Como siempre. Vueltas y más vueltas y, al final, la solución más sencilla es la mejor. ¿Por sonde metemos los cables de gobierno?. La solución que nos daba, a distancia, el técnico de JEFA era bajarlos por el suelo del camarote de popa, subirlos una vez alcanzada la vertical de popa de la bañera y, desde allí, atacar la base del pedestal. Muchas vueltas y, lo de siempre, pensando en el mantenimiento, muchos lios para acceder a su recorrido, posibles averías o atascos, etc.
Le propusimos al ingeniero de cabecera el camino más corto, que casi siempre es la línea recta (olvidemos por un momento la ortodrómica y la loxodrómica: una curva en la carta es línea recta en rumbos largos, pero esa es otra historia). La línea recta ahora es la que lleva desde el sector del timón a aquella vertical de popa de la bañera. Un cable enfundado, que no necesita trabajar bajo tensión, recorre el techo del camarote de popa (que aún no ha sido instalado, a la espera de esta decisión), llega a una roldana, un cable en cada esquina de la bañera que le permite, y, ya bajo tensión, es reenviado al suelo de la bañera, por donde llega a la base del pedestal. El tramo de cable vertical llevará una tapa desmontable de inox, hasta el peldaño que vamos a poner a popa del pedestal de gobierno.
Lo del pedestal hay que explicarlo: en el Adaxe Catro hemos sufrido mucho, dog house por medio, para poder ver la proa en las maniobras. Reconocida hace ya tiempo la limitada talla del patrón, esto era un problema grave. En este barco la visibilidad es mejor pero, en cualquier caso, no vendrá mal un soporte bajo los pies que le haga parecer un hombre. Además, en la bañera se echa de menos algún espacio para guardar algún cabo y demás. Este peldaño practicable tiene así tres bondades: lugar para guardar cabos, cobertura para el reenvío de esos cables de gobierno, y una especie de alzas para el patrón.
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