Y mientras el Babé se va para el Caribe (esperemos que el año próximo podamos hacer lo mismo), nosotros seguimos currando. Sin prisa, pero sin pausa. A la espera de que en la marina seca de Vilanova de Arousa nos hagan un sitio, y en tanto el invierno no nos da luz ni clima para trabajar en exteriores, nos dedicamos a ir preparando la instalación eléctrica.
Hemos puesto el anunciado escalón/tapa de la hélice de proa y, aunque en la foto no aparece, ya ha recibido su primera mano de pintura.
También se han instalado los paneles de control del motor y del generador. Para minimizar cableado lo fijamos en el mismo mamparo del motor, visibles entre dos peldaños de la escalera de acceso al interior. Derivaremos una alarma y un botón de paro del motor principal a la consola del gobierno, pero el conjunto del cuadro se sitúa en el interior.
También hemos preparado la estiba de las cuatro inmensas baterías Victron de gel, dos grupos de 400 amperios cada uno. Dos van en la parte de proa del pasillo de la cocina (estribor) y otras dos a babor, al lado de la sentina, en el pequeño pasillo que da acceso al microespacio dedicado a taller. Allí mismo se instalarán el inversor (12/220 V, de 2000 W de potencia) y el cargador de baterías.
Los interruptores de las baterías van en el mamparo del motor, por el lado de la cocina, a la altura del primero de los grupos.
Minimizamos de esta manera la longitud del cableado de potencia (baterías-generador-motor-cargador-inversor). Solo un cable de potencia tendrá que atravesar el suelo del salón para ir al cuadro eléctrico, ubicado a poco más de dos metros.
Hemos encargado ya el cuadro a la firma PROS. Se situará, como puede verse en posts anteriores (ver dibujo del número 30), a la izquierda de la mesa de cartas, en la parte de proa/estribor del salón.
El cuadro llevará 30 interruptores para servicios de 12V y 10 para servicios de 220V, además de un voltímetro, un amperímetro, el disyuntor de 220 V y el selector de toma de puerto, inversor o generador. La foto es un ejemplo de configuración. Nosotros prescindimos de esa bonita silueta, damos cabida a todas nuestras necesidades (más que las del ejemplo) y lo adaptamos al formato grande y vertical de nuestro armario.