En cubierta quedan unas cuantas cosas por hacer antes de emplastecer y pintar. Se han instalado las tomas de aguas y gasóleo y las de evacuación de aguas negras. En popa, no nos gustaban nada los tubos que aguantaban la plataforma de popa, y las hemos sustituido por unos perfiles que hacen la misma función y ocupan menos, visual y funcionalmente.
Le hemos dado una vuelta a los trabajos al pie de palo. Como la caseta levanta 50 cms sobre cubierta, trabajar allí cuando sea necesario tiene algún peligro. Solo será necesario ir allí para izar o arriar la trinqueta o el genaker, porque el resto de la maniobra está reenviada a la bañera.
En el interior, hemos ejecutado un pequeño diseño que teníamos en la cartera. Se trata del espacio del salón, a estribor, al lado de la mesa de cartas. Siempre pensamos en un sillón, un puesto de descanso, para el relajo, la siesta y las guardias. Incluso pensamos en instalar un sillón prefabricado, pero al final imperó el sentido práctico y la necesaria marinería del barco. Así que el forro curvado del casco se convirtió en un cómodo respaldo y construimos un banco, fácilmente desmontable para acceder al fondo (allí está instalada la bomba de presión del agua dulce). Un cojín hará falta quizás, pero queda muy integrado y resulta sorprendentemente cómodo.
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