domingo, 25 de mayo de 2008

23. Soldar los cercos de los portillos

Por fin de la teoría a la práctica. En el "post" número 21, de hace más de un mes, exponíamos las soluciones adoptadas para el cierre de los portillos laterales. Desde entonces el tiempo se ha ido en hacer plantillas y construir los cercos. Por fin ahora, toca soldarlos. Mala suerte y este loco tiempo de mayo nos ha interrumpido la faena a media jornada. Pero, en fin, ahí queda la muestra y esperemos terminarlo esta misma semana.

sábado, 17 de mayo de 2008

22. Pequeña redistribución de interiores

Como ya hemos contado, la distribución que tenía el barco cuando fue abandonada su construcción contaba con tres camarotes a proa: uno doble a babor, uno doble a estribor y otro triple a proa, después del baño. Debía estar pensado para el charter pues esas siete plazas más las de popa le daban al barco una gran capacidad de alojamiento, excesiva para los planteamientos actuales.

Por otra parte, el casco está muy cerrado en toda su cubierta y como lugares de estiba solo quedaba la jupette y poco más, así que decidimos eliminar el camarote triple de proa, asignando su espacio a un generoso pañol, accesible por cubierta y ampliando el pequeño cuarto de baño, de forma que ahora da cabida a una ducha independiente y deja espacio para instalar una lavadora. Atravesando el baño y por una pequeña puerta, se puede acceder también al pañol de proa, cuyo piso hemos elevado para tener un mejor acceso a cubierta y para dar cabida al jet throuster que se alojará en proa, en lugar de la hélice de proa. El jet throuster, hidráulico, ayuda en la maniobra del barco con dos chorros de agua, a babor y estribor, que solo exigen unos agujeros de 40 mm. y que no tienen el riesgo de ensuciarse cuando accedamos a aguas poco profundas, con la orza abatible recogida.

Lo de la lavadora puede parecer excesivo, pero nace de la teoría de que no es imprescindible una lavavajillas (siempre hay un par de manos para lavar la loza, aun habiendo sido usada por un colega), y, sin embargo resulta muy útil y cómoda la lavadora, porque a nadie le gusta lavar los canzoncillos de otros y porque, muchas veces, aunque en climas cálidos solo se use sábana bajera, esta tiende a quedarse demasiado tiempo puesta en la litera, por el engorro que significa su lavado.

Así que manos a la obra, eliminamos las tres literas, indepedizamos el espacio que ocupa el pozo de cadenas, saneamos y separamos el baño de lo que ha de ser el pañol y fabricamos una sólida pero ligera estructura para dar soporte a la lavadora, muy cerca de un acceso a cubierta, para poner la ropa todavía húmeda a secar.